viernes, 26 de agosto de 2011

LA BIBLIOTECA DE SARAJEVO (2)

Al sitio de Sarajevo le cabe el dudoso honor de haber sido el asedio de mayor duración en la historia de la guerra moderna pues el cerco de esta ciudad, que llevaron a cabo las fuerzas de la República Serbia de Bosnia y el Ejército Popular Yugoslavo, duró desde el 5 de abril de 1992 al 29 de febrero de 1996 y se calcula que el 85% de sus bajas se contabilizó entre la población civil.
Además, ante la indiferencia de occidente y la pasividad de las Naciones Unidas, se llevó a cabo una campaña de limpieza étnica en la que no faltaron las violaciones sistemáticas de las mujeres bosnias de la ciudad ni el expolio de los bienes culturales.


En este contexto se inscribe la destrucción intencionada de la Biblioteca Nacional de Sarajevo. El fuego acabó con buena parte de los fondos librarios (poseía unos tres millones de publicaciones), archivos, manuscritos en latín y en cirílico, con colecciones y documentos históricos… Y con gran parte de la memoria de un pueblo, la base de su cultura y las claves que habían permitido una coexistencia pacífica entre ortodoxos serbios, musulmanes bosnios y católicos croatas.
No fue esta la única la Biblioteca atacada. Según Arsenio Sánchez, comisionado por la Biblioteca Nacional de España para la ayuda a la Biblioteca de Sarajevo:

“Al final de la guerra, los daños en bibliotecas, archivos, museos y edificios de interés cultural, superaban largamente los daños imputables a las dos guerras mundiales. El hecho más siniestro de la guerra fue la aplicación de la limpieza étnica - etniko ciscenje-, cuyo objetivo básico era purificar los territorios extirpando toda señal humana o cultural considerada extraña.”[1]

Esto ha dado lugar a la creación de un término nuevo, que recoge Carmen Verlichak del historiador Mirko Gmerk: memoricidio[2] que hace referencia a  destrucción intencionada de la memoria y el tesoro cultural de un pueblo.
 El sitio de Sarajevo y la destrucción de su Biblioteca Nacional han sido el germen generador  de numerosas expresiones artísticas y culturales: novelas literarias como El violonchelista de Sarajevo, películas de grandes realizadores como la de Jean Luc-Godard, Nuestra Música, y un proyecto cultural surgido en España, el Fahrenheit 451 (las personas libro), de Antonio Rodríguez Méndez, del que ya se ha hablado en este mismo sitio.
En junio de 1994, bajo la dirección de Zubin Mehta, los miembros de la Orquesta Sinfónica de Sarajevo y el Coro de la Catedral de Sarajevo interpretaron el Requiem de Mozart en medio de las ruinas de la Biblioteca. La orquesta y el coro tuvieron que ser completados con jubilados, ya que muchos de sus integrantes se encontraban en el frente de batalla. 



Notas:
[1]   Sánchez, Arsenio. Formación para la preservación y conservación del patrimonio documental. Archiveros Sin Fronteras España, 2010. En  http://arxivers.org/docs/Arsenio-Sanchez.pdf
 [2]  Verlichak, Carmen. Memoricidio: la destrucción de las bibliotecas. La Nación 12 de noviembre de 2003. En  http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=544490



No hay comentarios:

Publicar un comentario