miércoles, 27 de abril de 2011

EL DÍA DEL LIBRO, GINER DE LOS RÍOS Y LA EDUCACIÓN

Por coincidir el día 23 con las vacaciones de Semana Santa hoy, 27 de abril, se celebra el Día Internacional del Libro, que en Andalucía profundiza en la figura de Francisco Giner de los Ríos, (Ronda, 1839 - Madrid, 1915), filósofo, pedagogo, ensayista y fundador de la Institución libre de Enseñanza.

Cuando educar por competencias, y especialmente evaluarlas, aún se enfrenta a tanta resistencia, y los Proyectos Integrados solo parecen ser  una solución para cuadrar horarios, queremos recordar unas palabras de Giner de los Ríos, publicadas en 1879 y que sorprenden por su actualidad, aun cuando la necesidad de reproducirlas de forma fragmentaria, limiten su significación:

“Se nos enseñan muchas cosas –dice con frecuencia el joven- menos a pensar ni a vivir”. El resultado es lógico. Los hombres “medios instruidos”, pero no “educados”, tienen su inteligencia y su corazón punto menos que salvajes (…)
Por manera que la educación de nuestros tiempos padece, primeramente, por suponer que el elemento intelectual es el único que necesita racional dirección, y abandonar el resto a la conciencia individual y al irregular, y a veces contradictorio, estímulo de los varios sucesos a que se fía la formación de nuestro espíritu en todas relaciones. Y en segundo lugar, peca esa educación, dentro ya de esa misma esfera, a que tenazmente se limita, por ser principal, casi exclusivamente, pasiva, asimilativa, instructiva, ciñéndose a imbuir en nosotros las cosas que se tienen por más averiguadas y dignas de saberse, sin procurar el desarrollo de nuestras facultades intelectuales, su espontaneidad, su originalidad, su inventiva. ¡Qué convicciones arraigadas pueden esperarse de semejante sistema! (…) 
La enseñanza perdió su carácter indagativo, pero como la ciencia no pudo perderlo, apartáronse una de otra, más o menos amigablemente, y las investigaciones originales se verifican desde entonces, digámoslo así, a puerta cerrada, por los profesores, o, más aún, por sabios ajenos al profesorado (…) Los resultados, luego, de las propias o ajenas investigaciones que mejor comprobados parecen, se comunican al alumno, el cual ya no tiene más que aprenderlos, librándose de la tarea enojosa de buscarlos (…) 
Mientras esto no se comprenda, poco ha de esperarse de nuestros centros docentes, públicos o privados, para la cultura y progreso de la patria. El niño, que detesta la escuela; el joven, que maldice los estudios graves; el Gobierno, que los proscribe de sus cátedras y hasta los persigue en ocasiones; el profesor, que repite año tras año la misma cantinela, suspirando con el alumno por la hora dichosa de las vacaciones, que ha de emanciparlos a entrambos, son, después de la atonía del espíritu nacional, el más elocuente testimonio contra un orden de cosas que sólo por excepción deja de inspirar tedio. 
Fuentes: 
Texto íntegro publicado en el BILE, año III, núms. 61, 62 y 63 (Madrid, 31 de agosto, 16 de septiembre y 2 de octubre de 1879), recogidos en la antología Por una senda clara, con selección y prólogo de José garcía Velasco y Eugenio Otero Urtaza. Junta de Andalucía, Consejería de Cultura. 2011 
Imagen: http://lenguaprimerbachilleratomaimonides.blogspot.com/

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